La primera convocatoria de la nueva línea de incentivos de infraestructuras básicas para proyectos industriales que ha puesto en marcha la Consejería de Industria, Energía y Minas se ha cerrado con una «magnífica acogida», al haberse recibido 377 solicitudes. Se trata de ayudas orientadas a financiar las primeras fases de la inversión en iniciativas que conlleven el desarrollo de nueva actividad industrial o la ampliación o modernización de instalaciones existentes.
Así lo ha avanzado el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, en Comisión parlamentaria, en la que ha precisado que las solicitudes abarcan inversiones de 40 actividades industriales diferentes, entre las que destacan las peticiones realizadas por la industria de la alimentación o la industria metalúrgica.
«Con la puesta en marcha de estos incentivos queremos ofrecer un nuevo aliciente para atraer a nuestra comunidad nuevas inversiones industriales, así como para ampliar otras iniciativas tractoras con nuevas capacidades. Para ello, estas ayudas constituyen un instrumento de gran utilidad que nos permite apoyar a las empresas en la fase más cercana a la decisión de invertir».
Una fase, ha señalado Paradela, en la que se acometen gastos sobre infraestructuras que resultan básicas y esenciales para el desarrollo de esos proyectos y que, en gran medida, condicionan su localización como son los relativos a la adquisición de terrenos o naves, urbanización, traídas y acometidas de servicios y construcciones, entre otros.
La primera convocatoria, que se cerró el pasado 14 de agosto, cuenta con un presupuesto inicial de 2,3 millones ampliable hasta los 5 millones, contempla una inversión mínima de 100.000 euros y una ayuda máxima de 200.000 euros. Entre los conceptos subvencionables que recoge se encuentra la implantación de nuevas actividades industriales, la ampliación de la capacidad productiva de instalaciones ya existentes, la diversificación de la producción, así como aquellas infraestructuras y equipamientos que sean necesarios para la mejora o dotación de polígonos industriales, parques empresariales o espacios productivos.
Estas ayudas, destinadas a pymes, autónomos o grandes empresas, han sido diseñadas con el claro propósito de favorecer la actividad industrial en Andalucía. Así, según ha precisado el consejero, tendrán en cuenta para su baremación criterios entre los que destacan el mayor impacto en el empleo, su pronta ejecución o la naturaleza de las actividades a desarrollar. Además, se reduce notablemente la burocracia y se garantiza la agilidad en la concesión el pago de estos incentivos, ya que los mismos se abonarán en este mismo año.
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